
Las rosas son el ingrediente principal en el tratamiento de la piel sensible por sus vitaminas A, B3, C, D y E. Además, mejora el aspecto de cicatrices, desinflama, combate la sequedad excesiva y rejuvenece. Actúa como un protector solar, es eficaz para disimular las manchas solares y mejora el aspecto del cutis graso por sus propiedades antisépticas y antibacterianas.